Las realidades del vivir cotidiano vistas con humor, no dejan de ser realidades pero son más amables. La sociedad está llena de héroes desconocidos, a ellos quiero dedicar mi atención. La poesía tendrá aquí un pequeño espacio.

lunes, 29 de octubre de 2007

Tres poemas



Decir y no contar

Un niño es siempre:
fábula a medio escribir;
mundo de sueños sin proyecto;
relámpago en la noche;
y un desconcierto

al descubrir su propio cuerpo
que es de sangre y de hielo
que es de arcilla y de fuego.
El cuerpo del niño sabe más,
mucho más
que el alma que lo enciende.


Raitán
Alcalá de Henares, 3 de Octubre de 2007




Ella contesta –aunque tarde- al Canto 20 de Pablo Neruda

Rendida al susurro de tus palabras
y al tierno sonido de tu canto,
renuncié a ser mi dueña
y dí de mí cuanto tenía
encerrado en el cuarto obscuro
de mis ojos,
justo, en ese momento,
se conjuraron contra mí
tu hastío y tus enojos.

Que el olvido es más largo que el amor
en ti la prueba llegó como ya he dicho.
Mañana ese dolor habrá pasado:
volverás a reír mientras abrazas
otra ilusión efímera, otra quimera,
soñando un nuevo poema
para hacerla tuya
a la discreta luz de la luna
o bajo la fugaz luz de las perseidas.

Raitán
Alcalá de Henares, 3 de Octubre de 2007


…será la arena del desierto


Ya tenemos la Historia,
las banderas enhiestas,
los clamores de guerra,
los himnos de victoria.

Después vendrán los duelos,
las banderas rendidas,
los clamores de paz,
los muertos, los llantos,

la podrida derrota,
la sangre derramada en la contienda,
el rechinar de dientes,
y el crujir de cadenas.

Luego será la arena del desierto
sedienta de lluvias y de nieves
la que llore en silencio
sus querencias de fuego.

Al final, otra vez, llegará la vida
tercamente dispuesta a la batalla
de la supervivencia,
vencerá con una nueva primavera.

Con nuestras manos, construiremos,
sobre las cenizas aún calientes,
resplandecientes pirámides
de azulados y verdes destellos.

Mensajes,
de amor y de concordia,
escribiremos con la sangre que nos quede;
entretanto, soñaremos

con los besos truncados
que arrebató la ira a nuestros labios;
con la otra frontera
más allá del dolor y de las guerras.

Raitán
Alcalá de Henares, 29 de Noviembre de 2002

sábado, 20 de octubre de 2007

AVES ELECTROCUTADAS




Más de un millón de pájaros mueren al año por tendidos eléctricos en España, un problema que puede combatirse con la ayuda de los consumidores.


En muchas ocasiones, se pueden observar pequeños pájaros posados en el cable de un tendido eléctrico, o una rapaz encaramada en un poste, sin que les ocurra nada. Sin embargo, el problema surge cuando tocan a la vez dos cables o un cable y el propio poste. En ese momento, se produce una derivación de corriente eléctrica a través del cuerpo del animal, que lo mata al instante. De esta manera, millones de aves mueren todos los años en el mundo por este motivo, así como por la colisión contra los propios tendidos. Para algunas aves en peligro de extinción, como el águila imperial, constituye una de sus principales amenazas.

Una amenaza que mata millones de aves

Según datos de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), los tendidos eléctricos causan en España la muerte de más de un millón de aves. Aunque no hay cifras a nivel mundial o europeo, se cree que acaban con la vida de millones y millones de estos animales. En los países en vías de desarrollo, con una creciente instalación de tendidos de diseño muy peligroso, se trata además de un problema en aumento.

En los últimos 15 años, más de 120 águilas imperiales han muerto electrocutadas en España, cuando en la actualidad el número total de parejas reproductoras es sólo de 220

aguila imperial ibérica
La electrocución afecta especialmente a las aves que utilizan los apoyos de los tendidos como posaderos, principalmente rapaces, córvidos y cigüeñas.

alimoche o guirre de Canarias

Los expertos consideran que se trata en la actualidad de una de las causas de mortalidad más importantes para rapaces amenazadas, como el águila imperial, el águila perdicera, el águila pescadora, el alimoche (tanto el canario como el de la península), el milano real y el cuervo canario. La electrocución afecta también a las águilas reales, culebreras, calzadas, buitres, milanos negros, azores, cernícalos, ratoneros, búhos reales y lechuzas, aunque la lista es mucho más larga.

a z o r
Además de la electrocución, la colisión contra los cables es otro de los principales problemas que causan los tendidos eléctricos. Las aves, al no ver el obstáculo en pleno vuelo, chocan contra él con consecuencias irreparables. Las especies más vulnerables a este peligro son las aves de vuelo rápido, como palomas, patos y gangas, así como las especies gregarias y de vuelo no muy ágil, como grullas, flamencos y aves esteparias. De esta manera, especies amenazadas como la avutarda común, la hubara canaria, el sisón común, el urogallo, el lagópodo alpino o el quebrantahuesos incrementan las posibilidades de desaparecer a causa de estas colisiones.


buho real

Castilla-La Mancha, Andalucía y el levante español son las regiones donde el problema es más grave por las especies a las que afecta

Las muertes por electrocución o colisión podrían impedirse básicamente no instalando nuevos tendidos peligrosos por su diseño o ubicación, y modificando los ya colocados que pudieran constituir algún riesgo.

avutarda común


Para ello, hay distintas opciones económicamente viables. Según Lozano (SEO/BirdLife), la opción ideal, si bien la más cara, es el enterramiento del tendido, que no sólo elimina el riesgo para las aves, sino también la producción de incendios forestales y el impacto sobre el paisaje. Otra opción consiste en desviar el tendido hacia otro lugar menos peligroso, o sustituir el tendido por otro con los cables totalmente aislados, como el cable seco trenzado, que impide la electrocución.

Cernícalo......................


Por su parte, los consumidores también pueden ayudar a combatir este problema de diversas maneras:


Colaborando con las organizaciones que trabajan en este sentido. Por ejemplo, SEO/BirdLife cuenta con una campaña específica, denominada "Tendidos Eléctricos", que trata de adoptar medidas temporales, básicamente aislamiento de cables, o de corregir los apoyos peligrosos para Águila Imperial Ibérica, Águila Perdicera, y otras especies gravemente amenazadas.

Cuervo
Aportando información sobre tendidos peligrosos, de manera que puedan elaborarse posteriormente denuncias para que puedan ser modificados. En el caso de localizar aves muertas por este motivo, avisando, sin tocar el ejemplar, al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) (teléfono 062) o a los agentes medioambientales o forestales.


Escribiendo y exigiendo tanto a las administraciones como a las propias compañías eléctricas que hagan todo lo posible para eliminar esta amenaza, bien de manera personalizada o a través de las organizaciones que trabajen en ello.

Si se va a instalar en una casa de campo un tendido eléctrico, eligiendo el de tipo subterráneo, y si la opción aérea es la más viable, seleccionar un diseño anti-electrocución y anti-colisión.


Nota importante: Todo el texto de este tema ha sido extraído, en forma fragmentada, del trabajo publicado por Alex Fernández Muerza en la sección de Medio Ambiente, de Consumer.es.Eroski, con fecha 20 de octubre de 2007.
Mi intervención se ha relacionado sólo con la búsqueda de las imágenes y con la libertad que me he tomado de resaltar algunas partes del texto.

jueves, 11 de octubre de 2007

EL PODER ANTIOXIDANTE DE LOS CAMPIÑONES


Un nuevo estudio proclama el poder antioxidante de los champiñones y su papel esencial en el sistema inmunológico.
El mayor beneficio de los champiñones radica en la ergotioneína, capaz de aumentar la eficacia con que el oxígeno interviene en el metabolismo.





Este humilde ingrediente de ensaladas y guisos se reivindica ahora como potente antioxidante y esencial para el sistema inmune. Investigadores chinos y estadounidenses afirman que es la fuente natural más rica en ergotioneína.


Un estudio publicado en la revista Journal of Nutrition da fe del potencial antioxidante de los rústicos champiñones (Agaricus bisporus) y apunta que el beneficio que su consumo conlleva en la salud podría trasladarse al ámbito de la inmunidad y los cánceres.


El mayor beneficio de los champiñones sobre la salud, suscriben los autores, radica en la ergotioneína, un aminoácido de origen vegetal que abastece de energía (ATP) a las mitocondrias celulares, aumentando el grado de eficacia con que el oxígeno interviene en el metabolismo. El resultado es una mayor producción de CO2 y menor fabricación de ácido láctico. A la par, la ergotioneína actúa en el organismo como poderoso antioxidante, cuyos efectos son particularmente apreciables en el hígado, el cristalino de los ojos y los glóbulos rojos (protege a la hemoglobina de la oxidación).


Si una de las fuentes más características de dicho aminoácido es el germen de trigo, Wu y colaboradores han mostrado en su trabajo que los champiñones poseen doce veces más ergotioneína que el subproducto cereal.

viernes, 5 de octubre de 2007

Los premios anti-Nobel

La revista Annals of improbable Research (Anales de la Investigación improbable) que se publica seis veces al año en los Estados Unidos, desde 1.995, satiriza sobre las investigaciones científicas realizadas sobre temas raros o extravagantes, pero la mayoría de los articulos que publica son sobre experimentos absurdos o de ficción. Premia todos los años los experimentos más rocambolescos: son los "anti-Nobel".



En esta edición el Ig Nobel de la Paz ha recaido en el proyecto de un laboratorio estadunidense para crear una bomba que provocara la homosexualidad en el enemigo, con el fin de sembrar el caos en las filas contrarias.


Tres españoles están entre los designados con el premio de Lingüistíca, son Juan Manuel Toro, Josep Trobalón y Nuria Sebastián Gallés. de la Universidad de Barcelona por su demostración científica de que las ratas no distinguen entre el japonés y el holandés, hablados al revés.




Los argentinos, Patrici Agostino, Santiago Plano y Diego Golombrk, obtuvieron el galardón de Aviación por descubrir que la Viagra ayuda a los hámsters a recuperarse del desfase horario que provoca volar.
El de Medicina fue concedido al británico Brian Witcombe y al estadunidense Dan Meyer, por un análisis de los efectos secundarios de introducirse espadas por la garganta. Llegaron a la conclusión de que la práctica ocasiona irritaciones. Como prueba, presentaron el caso de un hombre que se hizo daño en el esófago y al que se le inflamó la membrana protectora de los pulmones "cuando se distrajo con un papapgayo que tenía en el hombro y que se estaba portando mal".






La japonesa Mayu Yacamoto ganó el premio de Química por el desarrollo de su método para extraer esencia de vainilla de los excrementos de las vacas .




El premio de Física fue otorgado a L. Mahadevan, de la Universidad de Hardard, y a Enrique Cerdá Villablanca, de la Universidad de Santiago de Chile por su estudio de cómo se arrugan las sábanas.




En Economía, se llevó el premio el taiwanés Kuo Cheng Hsieh, que patentó un dispositivo que lanza una red para capturar a los atracadores de bancos.





La bióloga holandesa Johanna Bronswijk obtuvo el premio de Biología por realizar un censo de los ácaros, arañas, bacterias, algas, helechos y hongos que residen en las camas de los seres humanos, especialmente en los Países Bajos.









El Nóbel de Literatura le ha sido concedido a la inglesa Glenda Browne por un profundo estudio sobre el artículo "the".


Y en Nutrición, ganó Brian Wansink, de la Universidad de Cornell, por estudiar el apetito de las personas al darles un plato de sopa sin fondo en el que nunca se acababa su contenido.


Hace algún tiempo, la revista concedió su reconocimiento a inventos como una máquina centrifugadora para dar a luz que da vueltas a las parturientas a alta velocidad, así como un estudio sobre por qué a los pájaros carpinteros no les duele la cabeza.







lunes, 1 de octubre de 2007

Wangari Maathai










Activista y ecologista keniana, Wangari Maathai, actual viceministra de Medio ambiente de su país y fundadora del movimiento Cinturón Verde. Nacida en 1940 y madre de tres hijos, Maathai fue la primera mujer de África occidental que logró un doctorado universitario en Biología, la primera profesora de Anatomía veterinaria y la primera decana de su facultad, en la Universidad de Nairobi. Y la primera africana del vasto territorio que va de Suráfrica a Egipto que fue galardonada con el premio Nobel de la Paz. Habla kikuyu (su lengua materna) además de kiswahili (lengua nacional) e inglés (lengua oficial) y alemán.

De su autobiografía “Con la cabeza bien alta” hemos entresacado observaciones y puntualizaciones de Wangari que consideramos del mayor interés comentar. En el recorrido que hace por su vida la autora se detiene en presentar las circunstancias que rodearon su historia y en algún momento del primer capítulo comenta que ella comenzó a ir a la escuela porque su hermano Nderitu le planteó a su madre la siguiente pregunta: “Por qué Wangari no va a la escuela como el resto de nosotros?”


En el capítulo primero, hace un escueto repaso a la historia de su país, de éste entresacamos el siguiente texto:


“Los primeros europeos llegaron a Kenia a finales del siglo XIX. En 1885 Gran Bretaña y las otras “potencias” europeas se reunieron en la conferencia de Berlín para formalizar lo que denominaron “La lucha por África”, un embate que duró treinta años mediante el cual unos y otros reivindicaron todo el continente. Armados con un lápiz y un mapa, asignaron regiones enteras a los distintos países y crearon naciones del todo nuevas. Tanzania, Kenia y el protectorado de Uganda quedaron en manos de los ingleses.
Según se cuenta, los exploradores Johan Ludwig Krapf y Johannes Rebmann descubrieron la montaña conocida como Kiringaya (montaña brillante) en 1849 acompañados por un guía que pertenecía a la comunidad kamba. Aquel hombre llevaba consigo una calabaza vaciada y cuando los dos alemanes le preguntaron “¿Cómo llamáis a eso?” interpretó que se referían a la vasija y respondió “kii-nyaa”, pronunciación que los británicos hacen de “Kenya. Y así fue como decidieron llamar a la montaña, y más tarde también al país. En toda África los europeos le cambiaron el nombre a cuanto encontraron a su paso.


A lo largo del siglo XIX, los misioneros europeos recorrieron África de punta a punta abriendo camino al cristianismo. La labor fundamental de los misioneros consistía en visitar las aldeas y atender las necesidades sanitarias de la población. Asistían en los partos complicados, trataban las dolencias más graves que, como la gangrena, no podían solucionarse con remedios tradicionales a base de hierbas y corteza de árbol y más tarde construyeron centros sanitarios. Al principio, los misioneros se encargaban también de enseñar a leer a los adultos –previa conversión al cristianismo- pero no tardaron en fundar escuelas.


Poco después llegó un nutrido grupo de explotadores, aventureros, buscadores de fortuna y representantes de las potencias europeas en busca de riqueza (tanto naturales como humanas) que aprovechar e introdujeron de forma generalizada nuevos procedimientos para exprimir los ricos recursos naturales: la tala, la deforestación de los territorios, la plantación de nuevas especies de árboles, la caza y la implantación de la agricultura comercial. Todo lo representativo de la cultura local fue rápidamente reemplazado: el maíz sustituyó al mijo, y la tradicional bebida de mijo, en aquel momento la preferida por los kikuyu, fue sustituida por el té.


Los colonos recibieron títulos de propiedad sobre los territorios en que decidieron establecerse por lo general tierras que parecían óptimas para la cría de ganado y el cultivo de trigo, maíz, café y té. A fin de que esta gente se asentara en el lugar de su elección, muchas familias de nativos fueron desplazadas, un gran número de las cuales se vieron obligadas a trasladarse al valle del Rift. En la década de 1930, los británicos ya se habían asegurado de que la actividad de las comunidades indígenas (entre ellas los kikuyu) estuviera restringida a determinadas zonas que llamaron “reservas nativas” y de que sus tierras pasaran a manos de los recién llegados.”

Es imposible resumir, a causa del espacio restringido de un blog, su interesante trayectoria desde que comienza la educación escolar hasta que llega a la Universidad y finalmente obtiene una beca para estudiar cuatro años en los Estados Unidos. Se casa, tiene tres hijos y su marido la sorprende con una petición de divorcio llevando la causa ante los tribunales y sin opción a defenderse de graves acusaciones sobre su moralidad. Trabajaba en ese momento en la Universidad de Nairobi, en el Departamento de Anatomía Veterinaria. En 1982 decide presentarse a las elecciones parciales al Parlamento pues había quedado un escaño vacante, en la circunscripción de Nery, su pueblo natal. Para presentarse a las elecciones tendría que renunciar a su trabajo en la Universidad, puesto que el Parlamento había aprobado una ley por la cual cualquiera que trabajase para el gobierno u otras organizaciones paraestatales, y quisiera presentar su candidatura debería presentar su dimisión. Una vez que hubo presentado la carta de dimisión oficial a su puesto en la Universidad, las autoridades se sacaron de la manga, un formalismo que le impidió presentarse a las elecciones. El partido en el poder no quería que llegara al Parlamento y había ideado un mecanismo para impedírselo.


En 1982, su matrimonio había fracasado, no tenía opción a presentarse al Parlamento y se había quedado sin casa y sin trabajo pero todavía era directora del Consejo Nacional de Mujeres de Kenia y seguía al frente del Movimiento Cinturón Verde. El Movimiento Cinturón Verde era un proyecto incipiente al que había dedicado las horas que le quedaban libres al terminar sus jornadas en la universidad. Entonces se planteó hasta dónde podría llegar aquella organización y la fuerza que podría conseguir si se invirtieran los recursos suficientes para hacerla crecer.

A mediados de los ochenta el Movimiento Cinturón Verde ya había experimentado un notable crecimiento. En aquel momento casi dos mil grupos de mujeres se dedicaban al cultivo y cuidado de los árboles y las escuelas y los estudiantes del país se ocupaban de más de mil círculos verdes. Entre todos habían logrado plantar varios millones de árboles. Con el tiempo, el Movimiento Cinturón Verde contribuyó a la creación de más de seis mil viveros, dirigidos por seiscientas redes distintas de comunidades, e implicó a cientos de miles de mujeres y también a muchos hombres en el proyecto. A principios del siglo XXI sólo en Kenia, se habían plantado más de treinta millones de árboles.

Wangari Maathai representa un ejemplo y una fuerza de inspiración para todo aquél que en África luche por el desarrollo, la democracia y la paz. Durante años combatió con coraje la opresión en Kenia y sus “métodos de acción” contribuyeron a llamar la atención nacional e internacional sobre la opresión del régimen dictatorial de Daniel Arap Moi lo que la llevó, en repetidas ocasiones, a la cárcel. Defensora de la condonación de la deuda externa del tercer mundo, Maathai fue siempre una decidida opositora de la dictadura. En su ideario se combinan la ciencia, el compromiso social y la política activa y además de ocuparse de la protección del entorno, su estrategia ha sido siempre asegurar las bases del desarrollo ecológico sostenible, a través de la educación, la planificación familiar, la nutrición y la lucha contra la corrupción. El Movimiento Cinturón Verde ha abierto caminos para el desarrollo desde abajo. Es una voz que habla en África por la promoción de la paz y por unas mejores condiciones de vida en el continente. En Kenia tan sólo una tercera parte de las tierras son aptas para el cultivo. El resto de los territorios son áridos, semiáridos o desérticos y la zona forestal forma parte del tercio cultivable. Además, la mayor parte del terreno boscoso se encuentra en las montañas, por lo que la pérdida de suelo forestal resulta muy peligrosa.


Proteger los bosques contra la desertificación, es un factor vital en los esfuerzos para reforzar el medio ambiente en nuestra tierra, explicó Wangari Maathai cuando le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz en el año 2004.




En el año 2005 la Universidad de Nairobi, (la misma de la que había sido alumna y la que en 1.982 no puso ningún reparo en perderla de vista), le concedió un doctorado honoris causa, en ciencia.

Evaristo Valle