Las realidades del vivir cotidiano vistas con humor, no dejan de ser realidades pero son más amables. La sociedad está llena de héroes desconocidos, a ellos quiero dedicar mi atención. La poesía tendrá aquí un pequeño espacio.

jueves, 7 de junio de 2007

Nebulosas

Nebulosa Roseta

Nebulosa de la Burbuja




Ángel R. López Sánchez
05-06-2007
Las noches de verano son ocasiones únicas para mirar al cielo. Todos hemos admirado la belleza del firmamento estival en esos momentos de relax lejos de las ciudades y de su nociva contaminación lumínica: la oscuridad del cielo maravilla por sí sola. Además de las miríadas de estrellas que parpadean sobre nuestras cabezas, sorprende una franja grisácea que corta el firmamento en dos, de Norte a Sur. Se trata de la Vía Láctea, el Camino de Santiago: la combinación de cientos de miles de estrellas localizadas muy lejos de nosotros constituyendo los brazos espirales de nuestra Galaxia. Las regiones más ricas se sitúan sobre el horizonte Sur, en las constelaciones del Escorpión, Sagitario y el Escudo; en esa dirección estamos mirando al mismísimo centro galáctico. Muchas de las nubecillas mortecinas que encontramos en estas regiones son realmente nubes de gas y de polvo. Son las denominadas nebulosas.

Aunque el nombre de nebulosa suele estar asociado a las nubes interestelares, donde sucede la formación de las estrellas, en realidad se clasifican en tres grandes categorías dependiendo de la naturaleza de su luz: nebulosas oscuras, de reflexión y de emisión.

Las nebulosas oscuras no emiten nada de luz al estar lejos de estrellas calientes, pero sí absorben la luz de objetos que se encuentran detrás de ellas. Por lo tanto, su presencia se deduce por una especie de región negra que destaca sobre el fondo del cielo estrellado. Un ejemplo típico es la denominada Bolsa de Carbón, en la constelación austral de la Cruz del Sur, aunque también es muy famosa la nebulosa de la Cabeza de Caballo, en la constelación de Orión. Además, toda la franja oscura que se observa en el cielo cuando miramos el disco de nuestra Galaxia (especialmente evidente en el Cisne, el Escudo, Sagitario, Escorpión y Carina) es una sucesión de nebulosas oscuras diseminadas por el medio interestelar. Las nebulosas oscuras tienen una temperatura muy baja (escasas decenas de grados sobre el cero absoluto) y poseen una cantidad alta de polvo interestelar y moléculas sencillas, siendo objetos muy interesantes para estudiar en infrarrojo y ondas de radio. Constituyen las nubes moleculares.

Por otro lado, las nebulosas de reflexión reflejan la luz de estrellas cercanas que no son lo bastante calientes como para emitir la radiación ultravioleta necesaria para excitar el gas. El caso más representativo es la nebulosa en torno a la estrella Mérope en el cúmulo abierto de las Pléyades (M 45, en la constelación zodiacal de Tauro). Este gas difuso y tenue suele ser el gas sobrante en el proceso de formación estelar.



Fragmento extraido de un artículo de www.caosyciencia



Publicación divulgativa del Instituto de Astrofísica de Canarias, así como las imagenes correspondientes.


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  • 7 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Sobre el cielo azul

    Abuelo Andrés dijo...

    Hasta la vida de las estrellas tienen una duración superior a la que nosotros podemos apreciar. Pero al final acaba por llegar. En las estrellas eso se produce cuando agotan el hidrógeno de su núcleo y ya no puede producir sensaciones termonucleares.
    Aun no sabemos mucho sobre los procesos que alimentan la producción energética y sobre los fenómenos superficiales, su origen y su evolución.
    Yo me pregunto muchas veces al mirar al cielo:¿A cuánta distancia se hallarám esos puntitos luminosos? Está claro que la respuesta se va precisando a medida que los instrumentos avanzan.
    El cielo ya inspiraba temor a los hombres de las cavernas...
    Aquí tenemos un tema muy bonito de comentar y leer a la vez...

    Abuelo Andrés dijo...

    Que trabajo me ha costado mandar el artículo anterior, no me lo admitia.

    Abuelo Andrés dijo...

    Sobre las Nebulosas tenemos muchísimas palabras que escribir, pero es precioso leer de estas cosas que nos dan a conocer poco a poco el nacimiento del hombre es verdad...?

    spes dijo...

    A mí este tema me da vértigo pero sin duda las fotos llenan esas ansias tan propias del ser humano de infinito, amplitud, libertad y...hasta misterio.
    ¿No os sentís chiquititos? :)

    Franziska dijo...
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
    Franziska dijo...

    Vegaspes, no es que me sienta chiquitita es que lo soy: algo así como una enana alta. ¡Y esto ya no lo arreglo ni con los zancos!

    Evaristo Valle