Las mujeres y el arte

Se abrió al público el pasado día 4, en el Museo Palazzo Reale, de Milán la exposición:
“LAS MUJERES Y EL ARTE, DESDE EL RENACIMIENTO AL SURREALISMO”

La iniciativa se inscribe en el ámbito del “Año europeo para la igualdad de oportunidades” que se encamina a recuperar el valor científico, social y antropológico de las obras de algunas de las más ilustres artistas de la historia. La exposición representa a 110 artistas y está integrada por 200 obras realizadas entre los siglos XVI al XX. Provienen de los más prestigiosos museos del mundo.

Hacer una selección entre 110 artistas –la mayor parte de ellas desconocidas para mí- ha sido algo complicado cuando, además, se da la circunstancia de que mis cualificaciones no van más allá del inmenso amor que siento por el arte y el respeto que me merecen como mujeres. Creo que esta es una ocasión propicia para que llegue al conocimiento de quien esté interesado en conocer a las “silenciadas”. A algunas, con más de 900 obras catalogadas, como es el caso de Elisabeth Vigée Le Brun, no se las ha podido ignorar pero no todas han tenido la misma suerte.
El desarrollo de esta información que, en su momento, fue concebida como una “entrada” en el blog se ha complicado de tal manera que le iré dando salida por bloques. Presento mis excusas por los errores que pueda cometer pues son como diablillos que siempre están dispuestos a saltar sobre mí y a camuflarse ante mis ojos: de modo que puedo leer palabras a las que le falta un acento o en las que haya equivocado una letra, hasta mil veces, sin darme cuenta. Serán más de veinte las protagonistas y por poco espacio que dedique a su biografía y obra, es evidente que el trabajo será extenso.

PRIMER BLOQUE

Sofonisba Anguissola (1535-1625)
Figuran en la Exposición dos de sus obras entre las más importantes: “Autoritratto al cavalletto” y “Partita a scacchi”. En la misma época fueron también artistas conocidas Bárbara Longhi y Lavinia Fontana, todas ellas hijas de pintores ilustres y que trabajaron en el taller de sus padres.

Partita a scacchi

Médico
Bárbara Longhi (1552-1638)
Nació en Rávena (Italia) en 1552. Era hija del pintor Luca Longhi. En sus comienzos trabajó termas de carácter religioso, realizando obras notables por la sutileza del colorido y la interacción humana. Pintó varias Madonas con niño que reflejan la tierna relación de la Virgen con el niño. Es muy poco lo que se conoce de su vida pero sí que fue considerada lo suficientemente importante para que la mencionase Giorgo Vassari, un notable pintor y biógrafo italiano.

Santa Catalina de Alejandría

Madona con niño

Lavinia fontana (1552-1614)
Nace en Bolonia en 1552 y aprende los primeros rudimentos de la pintura en el taller de su padre Prospero Fontana, pintor de éxito que había trabajado en Roma y Florencia. Lavinia tuvo acceso, desde muy joven, a importantes colecciones de arte y conoció a los protagonistas de la escena artística de su tiempo. La hicieron famosa los retratos realizados a damas de su época. Presentaba a sus modelos en una pose natural, leyendo un libro o acariciando un perrito y una mirada pensativa o absorta. Son retratos en que destaca la calidad y riqueza de los ropajes y joyas, pintados con gran minuciosidad. Se casó con Gian Paolo Zappi, alumno de su padre, pintor mediocre que decidió abandonar su carrera para dedicarse a gestionar la de su esposa y madre de sus once hijos. A la muerte de su padre, se traslada con su familia a Roma donde llega a ser pintora de la Corte del Papa y es elegida miembro de la Academia. Muere en esta ciudad en 1614.

Autoretrato de Lavinia Fontana
Minerva


Dama y perro