los arrecifes de coral corren un serio peligro de extinción

Corales látigos a 200 metros de profundidad

LOS ARRECIFES DE CORAL CORREN UN SERIO PELIGRO DE EXTINCIÓN

Según un estudio del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), casi la tercera parte de los corales ha desaparecido y se prevé que desaparecerá hasta el 60% para el año 2.030.

Una investigación de la Universidad del Norte de Carolina (EEUU) ha analizado la velocidad de degradación de los arrecifes de coral en el Indo-Pacífico, región que contiene el 75% de los corales de todo el planeta. Los resultados, publicados el pasado mes de agosto en la revista científica PloS, son peores de lo esperado. Los investigadores aseguran que desde 1.997 se pierden anualmente en esa zona 3.168 kilómetros cuadrados de arrecifes. Según otras fuentes, el 50% de los corales del planeta está al borde del colapso.



Corales del Mar Rojo


Corales de Las Antillas
Si hay un factor que está resultando determinante en la degradación de los arrecifes de coral es el cambio climático, según portavoces del programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA). Una de las consecuencias del cambio climático es el emblanquecimiento de los corales. Cuando el agua aumenta de temperatura, los corales reaccionan expulsando a las microalgas que les dan color y los alimentan. Y es que el coral es una simbiosis entre un pólipo y una comunidad de microalgas. El pólipo, un organismo con aspecto de medusa de apenas unos milímetros, tiene la capacidad de formar estructuras a partir del calcio del agua.

Corales de Galápagos

La desaparición de las microalgas por el calentamiento equivale al emblanquecimiento de los corales y a su muerte.

Según los expertos, aún se puede preservar lo que queda pero hay que actuar deprisa porque, incluso en condiciones perfectas, los corales crecen muy lentamente, a razón de unos pocos milímetros al año. Si se destruye lo que queda, la recuperación puede resultar una tarea imposible.

Corales de Indonesia

Fuera de la vista pero no de la mente

Los arrecifes de coral que antes se creía estaban restringidos a las aguas cálidas y poco profundas de las regiones tropicales y subtropicales, han sido descubiertos en aguas oscuras, frías y ricas en nutrientes, en casi todos los océanos del mundo.

Recientemente estudios realizados en aguas profundas han puesto en evidencia la belleza y diversidad de los arrecifes de coral de agua fría que son comparables en tamaño y estructura compleja, a los arrecifes de coral de aguas cálidas de los trópicos.

Los ecosistemas de coral son frágiles y de larga vida, lo que los hace muy vulnerables al daño físico. A pesar de la profundidad en la que estos arrecifes se desarrollan, los impactos de las actividades humanas son evidentes en todo momento. La pesca, sobre todo con redes de arrastre, representa una de las más grandes amenazas a los corales de agua fría. Otras causas de impacto peligrosas, incluyen la producción de hidrocarburos y minerales, instalación de cableado y postes y, naturalmente, los desechos vertidos al mar.

Aguas ácidas

Otra amenaza relacionada con el cambio climático es la acidificación de las aguas a causa de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en el mar. Cuando el C02 se disuelve en el mar se forma ácido carbónico que, por encima de un determinado nivel, resulta corrosivo para las estructuras de carbonato cálcico de los corales, así como para otros organismos que tienen caparazones cálcicos de protección.

Una de las últimas iniciativas que se han tomado para la protección de los arrecifes de coral ha sido llevada a cabo por los 171 países firmantes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna, que regularán la venta de coral rojo y rosa, uno de los favoritos en joyería. Según el acuerdo, sólo se permitirá la comercialización de este coral cuando no comprometa la reproducción de la especie.

¿Qué debe hacer el consumidor?
El consumidor puede contribuir a la preservación de los corales informándose de si se cumple el acuerdo (si la venta se realiza o procede de un país que no ha firmado la Convención, es posible que no se respete ese acuerdo).
También puede contribuir a través de un turismo responsable, no comprando coral como souvenir o resistiendo a la tentación de arrancarlo del mar si se hace submarinismo.
Y, por supuesto, se debe colaborar de forma indirecta, por medio de acciones que ayuden en la reducción de emisiones de CO2, que tan dañinas resultan para los arrecifes coralinos por su influencia en el cambio climático.

Corales del Mediterráneo